Los Juegos Olímpicos traen consigo una sincera e imparcial competición de atletas de todos los países, algo que se refleja en el Juramento Olímpico. En ocasiones, algunos deportistas se olvidan de esta esencia fundamental e intentan ganar por todos los medios. He aquí tres ejemplos de tramposos en los Juegos olímpicos.
Los Juegos Olímpicos traen consigo una sincera e imparcial competición de atletas de todos los países, algo que se refleja en el Juramento Olímpico. En ocasiones, algunos deportistas se olvidan de esta esencia fundamental e intentan ganar por todos los medios. He aquí tres ejemplos.

Boris Onischenko y la espada que puntuaba sola.

boris onischenko
Prueba de esgrima de pentatlón moderno. Montreal 1976.

Boris Onischenko, un oficial de ejército soviético, participó en los JJOO de Montreal de 1976 en la modalidad de pentatlón moderno. No era un desconocido, se trataba de un deportista respetado que ya había ganado una medalla de plata en Munich cuatro años antes. De poco le valió su trayectoria ya que tuvo que abandonar los Juegos Olímpicos avergonzado, entre titulares que se referían a él como «Disonischenko» y «Boris el Tramposo».

El pentatlón moderno es un deporte compuesto por cinco disciplinas que incluye la esgrima. Onischenko ideó un sistema que iluminaba la luz que registraba los aciertos en el marcador, incluso cuando había fallado. Mediante un cable dispuesto en su espada y un pulsador colocado en su mano era capaz de registrar un golpe a voluntad.
El equipo británico fue el primero en sospechar que Onischenko escondía algo durante su combate contra Adrián Parker. Cuando Jim Fox, el siguiente oponente de Onischenko, protestó vehementemente alegando que el soviético parecía que lograba anotar sin golpearlo, los jueces requisaron la espada. Onischenko continuó compitiendo con un arma diferente, pero durante poco tiempo. Minutos después era descalificado. Posteriormente se dijo que, como castigo, había sido enviado a unas minas de sal en Siberia, algo probablemente falso. Las reglas de este deporte fueron cambiadas tras este incidente, prohibiendo cualquier parte que pudiese ocultar cables o interruptores.


Fred Lorz, el campeón olímpico que viajaba en coche.

Atletas que tomaron la salida en la maratón de los JJOO de San Luis 1904.

De los 32 atletas que tomaron la salida en el maratón de los Juegos Olímpicos de 1904 en St. Louis, tan solo 14 lograron llegar al final. El primero en llegar a meta, después de 3 horas 13 minutos, fue el norteamericano Fred Lorz, que inmediatamente fue proclamado el ganador. Ya había sido fotografiado con Alice Roosevelt, la hija del Presidente de los Estados Unidos, y estaba a punto de serle concedida la medalla de oro, cuando se supo que había cubierto 18, de los algo más de 42 kilómetros de la prueba, en un coche conducido por su manager. La aclamación de la muchedumbre se tornó rápidamente en abucheos. Lorz, como último recurso, intentó explicar que estaba siendo objeto de una broma pesada, algo que nadie creyó. Recibió una sanción de por vida, que más tarde, y gracias a su arrepentimiento, fue levantada.

Ben Johnson, el caso de dopaje más recordado.

Ben Johnson a punto de convertirse en campeón olímpico durante unas horas. Seúl 1988.

«Me gustaría decir que mi nombre es Benjamín Sinclair Johnson Junior y este récord mundial durará 50 años, tal vez 100». Estas fueron las palabras de Ben Johnson tras batir, por cuatro centésimas de segundo, el récord mundial dejándolo en 9,79 segundos. El mundo quedó maravillado ante una hazaña de tal grandeza que le convertía en el indiscutible rey de los 100 metros lisos en los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988. Unas horas después su triunfo se convertiría en uno de los mayores escándalos Olímpicos. En el Centro de Control de Dopaje Olímpico, a menos de un kilómetro de donde Johnson había recibido su medalla de oro, el Doctor Park Jong Sei encontró que una de las muestras de orina numeradas tomadas de los cuatro primeros finalistas contenía stanozolol, un peligroso esteroide. La muestra correspondía a Johnson, que inmediatamente fue descalificado. Su eliminación otorgó la medalla de oro a Carl Lewis.


Johnson volvió a participar en los siguientes Juegos Olímpicos en Barcelona 1992 tras una sanción de dos años, pero un nuevo positivo en 1993 pondría fin definitivamente a su carrera.

Fuente: The Observer.

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11 comentarios:

  1. Entiendo que el hacer trampa en determinados ambientes, por ejemplo, jugando al parchís en casa con la familia, puede ser hasta divertido, pero en un entorno profesional no veo la chispa que le pueden sacar.

    Y sobre el dopaje pues poco más o menos lo mismo. Entiendo que los deportistas reciben cada vez más y más presión por parte de sus patrocinadores para obtener mejores marcas, pero llegar a jugar con tu salud... Además, hoy en día, es jugar un poco a la ruleta rusa, ya que las probabilidades de que te pillen son cada vez mayores, y si no, véase el caso de la ciclista española que se ha tenido que volver de China "con el culotte entre las piernas" afectada "por un ataque de ansiedad". Te digo yo que...

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  2. Cuando conocí las dos primeras historias del post he de decir que hasta me hicieron cierta gracia, quizá porque tienen un toque picaresco. Aunque lo de hacer trampas no deja de ser lamentable.

    Lo del dopaje ya es otra cosa, no me hace ni pizca de gracia, es peligoso para el propio deportista y, como dices, las probabilidades de que te pillen son muy altas.
    Un saludo Max.

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  3. Hombre Max Birras... dinero, reconocimiento, gloria... Hay muchas cosas que le puedes sacar al hacer trampas.

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  4. Hombre no tuvieron que pasar ni 50 ni 100 años pero sí unos cuantos (20) hasta que Tyson Gay rebajó el record de los 100m de 9,79.a 9,77 en 2008.

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  5. Hola!

    Lo primero flicitar por el blog quew lo sigo asiduamente.

    L a foto que has puesto como Fred Lorz, yo siempre latenía atribuida a Archie Hahn, conocido como meteoro de Milwaukee, ganó las competiciones / competencias de los 60 m, 100 m y 200 m, fijando el récord olímpico para esta última especialidad en 21,6 segundos. Este récord perduraría durante 28 años.

    Soy un poco frioki del olimpismo y me soanaba al verla.

    Saludos y enhorabuena otra vez por el blog

    Juan

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  6. Juan, tienes toda la razón. La fotografía que había puesto pertenecía a Archie Hahn. La he sustituido por la de la salida de la prueba de maratón de los JJOO de 1904. Creo que esta es correcta, la he comprobado en tres webs y en una incluso identifican a Lorz como el cuarto por la izquierda.

    Muchas gracias por haberte dado cuenta y avisarme. Un saludo Juan.

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  7. ...una vez terminadas las Olimpiadas yo incluiría el escándalo de He Kexin la gimnasta china de 14 años (Edad mínima para competir 16)..

    Un bloggero (cómo no) descubrió a través de la caché de google y otros buscadores chinos documentos que acreditaban sus 14 años...

    El enlace: http://strydehax.blogspot.com/2008/08/hack-olympics.html

    GCS david!!

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  8. kurioso, por no hablar de las sospechosas altas puntuaciones de gimnasia a China o del equipo danés de vela que ganó el oro con la embarcación de Croacia (sin que los rivales supieran que se trataba de Dinamarca).

    Un saludo.

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  9. Un excelente trabajo. Aunque soy estudiante de sociología la historia es una disciplina que me apasiona. Probablemente tu blog tenga algunos de los post más currados que he visto hasta ahora.

    Te felicito nuevamente por tu trabajo, me pasaré con más frecuencia por aquí.

    Un saludo!

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  10. Lo que no se dice, es que en la final de Johnson, había más dopados, incluido Carl Lewis, que se llevó la gloría y ha sido nombrado atleta del siglo XX aún quedando demostrado que se dopó.

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  11. el tramposo no llega a nada,vive con rremordimiento para siempre

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