En febrero de 1992, los habitantes de Bosnia-Herzegovina decidieron, en referéndum y pese al boicot por parte de los serbobosnios, su independencia de la República Federal Socialista de Yugoslavia.Con las posiciones tomadas por los ejércitos serbios sobre las colinas de la ciudad, el asedio más largo que recuerda Europa estaba a punto de comenzar.
Habitantes de Sarajevo andando a cubierto en una calle de «muerte fácil». Marzo 1993. Fuente.

«La gente hacía cola para cruzar un espacio abierto. Cuando tu turno llega no puedes dudar, cuanto más esperes más preparado estará el francotirador. Uno, además, quiere separarse del miedo que transpira esa multitud que aguarda. Y corres.»
 Aleksandar Hemon en «La cuestión de Bruno»
El 14 de diciembre de 1995, tal día como hoy de hace 20 años, se firmaba en París la versión final del documento que suponía el fin de la Guerra de Bosnia, uno de los muchos conflictos armados que asolaron la antigua Yugoslavia en la década de los 90. Casi un mes antes, en la base aérea de Wright-Patterson (EEUU), Croacia, Yugoslavia y Bosnia-Herzegovina habían firmado los Acuerdos de Dayton por los que se ponía fin a la cruel guerra civil que había despedazado la República Federal Socialista de Yugoslavia. El enfrentamiento bélico, causado por una compleja combinación de factores políticos, históricos y religiosos, siguió al final de la guerra fría y a la caída del comunismo de Yugoslavia, en lo que supuso el primer gran conflicto bélico en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Años antes, en febrero de 1992, los habitantes de la República socialista de Bosnia y Herzegovina decidieron, en referéndum y pese al boicot por parte de los serbobosnios, su independencia de la República Federal Socialista de Yugoslavia. La sección del Ejército Popular Yugoslavo ubicada en Bosnia-Herzegovina jura entonces fidelidad al nuevo estado, organizándose en el Ejército de la República Bosnia-Herzegovina (ARBiH), La numerosa comunidad serbia de Bosnia forma, por su parte, el Ejército de la República Srpska (VRS). Éste nuevo ejército, junto con el Ejército Popular Yugoslavo (JNA), se sitúa en las colinas que rodean la ciudad de Sarajevo. Con las posiciones tomadas, el asedio más largo que hoy recuerda Europa estaba a punto de comenzar.

Aquel 5 de abril de 1992, día de la declaración de independencia, una gran masa se manifestó en Sarajevo contra lo que parecía una guerra inminente, pero que aún se consideraba evitable. Al final de la marcha, hombres armados abrieron fuego contra la multitud desde la sede del Partido Democrático Serbio y mataron a dos personas. A pesar de que este momento se toma como inicio de la guerra, lo cierto es que en los meses anteriores ya había habido enfrentamientos y ambos bandos afirman que la primera víctima cayó de su lado. Pronto esos disparos darían paso a los proyectiles de artillería lanzados desde las colinas y a las balas de los francotiradores [aviso: contenido sensible].

Cartel advirtiendo del peligro de francotiradores en un cruce de la calle Mariscal Tito. Fuente.

Un cartel clavado en una farola de una calle de la parte vieja de la capital, avisa: «¡Peligro, francotiradores! (pazi snajper!)». Había decenas de avisos como éste en las más de cuarenta zonas de «muerte fácil» de Sarajevo. Los francotiradores liquidaban a la gente con precisos fusiles Dragunov o Mauser de cerrojo, equipados con avanzadas miras telescópicas japonesas o alemanas, convirtiendo la ciudad en su particular coto de caza.

Sniper Alley, Sarajevo
Vista de Sarajevo durante la guerra. A la derecha el río Miljacka, a la izquierda la avenida Mese Selimovica. Fuente.

Los habitantes de la ciudad arriesgaban su vida diariamente si se veían forzados a cruzar el bulevar principal de la ciudad o alguna de las calles cercanas, que, a partir de las primeras muertes empezó a conocerse en Bosnia y en el mundo como la «Sniper Alley, Sniper Avenue o Avenida de los Francotiradores» (en bosnio: «Snajperska aleja»). Comenzó entonces un simulacro de vida en la ciudad cercada. 

BBC News. Mapa del sitio de Sarajevo. Zonas bajo control Bosnia y Serbobosnia.

El nombre real de la avenida es Mese Selimovica, una céntrica calle de Sarajevo, cerca del río Miljacka, cuyas proximidades fueron tomadas al inicio de la guerra por francotiradores serbios que disparaban a cualquier persona, fuese civil o militar, que pasara por allí. Escondidos en edificios de gran altura, hombres armados abren fuego indiscriminado contra los transeúntes desde la orilla serbia del Miljacka: hombres, mujeres, niños [aviso: contenido sensible], bomberos, fuerzas de paz de la ONU y soldados del ARBiH fueron asesinados. El día a día se convirtió en correr de una acera a la siguiente sin saber si llegarías con vida. En una de las fotografías de Roger M. Richards sobre el asedio, se ve a una mujer con traje y bolso corriendo por la calle: así era como iba cada mañana hasta la oficina donde trabajaba.

Holiday Inn en plena «avenida de los francotiradores». Fuente.

Con la llegada de las tropas de la ONU a mediados de 1992 los habitantes creyeron que el infierno iba a llegar a su fin. Nada más lejos. La UNPROFOR, creada por la ONU como fuerza de paz para la guerras yugoslavas, llegó dos meses después del inicio del asedio entre aplausos de los habitantes de la ciudad. Era difícil de aceptar que una capital europea, que había sido sede de unos Juegos Olímpicos de Invierno ocho años antes, pudiese llevar cercada más de dos meses ante la inoperancia y la pasividad de políticos y diplomáticos del resto del mundo. Nadie en sus cabales podría imaginar que aquella situación duraría tres años y medio.
Los cascos azules franceses que protegían a la población civil respondían con fuego cada agresión. «Cada vez que actúan los francotiradores contestamos con una o dos ráfagas de nuestra ametralladora de 20 milímetros» explicaba la oficial Miriam Souchaki, portavoz de las tropas francesas en Sarajevo. Tampoco ellos escapaban de las balas.

Tropas de la UNPROFOR en las inmediaciones de la avenida Mese Selimovica. Wikimedia.

Cruzando la calle en pequeños grupos escudados por la UNPROFOR, 1993. Fuente.

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Abril de 1993, una mujer vuelve a casa a través de una de las secciones más peligrosa de la avenida Mese Selimovica.

Los francotiradores no son la única preocupación de la gente pero sí su peor pesadilla. Están ahí desde el primer día de la guerra y, tras la masacre del mercado [aviso: contenido sensible], de febrero de 1994, la artillería que rodea la ciudad se ha retirado, únicamente debido a la exigencia de la comunidad internacional, que amenazó con bombardeos aéreos de la OTAN sobre sus posiciones si no lo hacían. Han esperado al último día del plazo.

«El miedo es como una bola de acero que te muele las tripas. La sangre te palpita en las sienes. Los ojos apenas ven un par de metros adelante. El silbido de las balas te sigue detrás. Y cuando llegas al otro lado, el nivel de adrenalina es tan intenso que te hace ver todo con extrema claridad. Y es cuando no entiendes nada.»
 Aleksandar Hemon en el libro «La cuestión de Bruno».


La retirada de la artillería serbia de las montañas fue el inicio del fin de la guerra y supuso un respiro para los habitantes de Sarajevo. La guerra continuó durante la mayor parte de 1995. Ese año los serbobosnios comenzaron una campaña sistemática de ataques a «zonas seguras», lo que puso a las fuerzas de la ONU en su contra. Después de la segunda masacre de Markale y cuando las fuerzas serbias irrumpieron en un almacén de armas supervisado por la ONU, la aviación de la OTAN atacó depósitos de municiones serbios y otros objetivos militares estratégicos. Los serbios fueron perdiendo terreno tanto en las inmediaciones de Sarajevo como en otras zonas. La ciudad fue recuperando poco a poco los servicios básicos de electricidad y agua.

Aunque a finales de ese año se firmó un alto el fuego, el Gobierno de Bosnia no declaró oficialmente el fin del sitio de Sarajevo hasta el 29 de febrero de 1996, cuando las fuerzas serbias abandonaron sus posiciones en los alrededores de la ciudad.

1 chair, 1 soul
En 2012, 20 años después del inicio del conflicto, 11.541 sillas rojas, una por cada víctima del asedio de Sarajevo conmemoraron aquel drama. Fuente.

El asedio de Sarajevo fue uno de los más terribles, crueles y recordados episodios de la guerra de Bosnia. Duró 1425 días, 630 más que el de Leningrado, y sus consecuencias fueron devastadoras. Se estima que, durante los más de tres años que duraron los enfrentamientos de la hoy capital bosnia, casi 12.000 personas perdieron la vida y 50.000 resultaron heridas, el 85% de las bajas fueron civiles, y su población se redujo más de un tercio.

Para saber más:
► Informe Semanal - 20 años de la guerra de Bosnia (15:16) [aviso: contenido sensible]

Fuentes: mediavida, el país, wikipedia I, II, III, IV, V, clarín, BBC, heraldo.

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5 comentarios:

  1. Terrible esta página de la historia. Es casi difícil de creer, pero esto fue antes de ayer en plena Europa. Recuerdo verlo muchas veces en la televisión de niño. Pena de guerra estúpida.

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  2. Super triste guerra entre hermanos. Yo he visitado Eslovenia y Croacia este verano y son muy recomendables para disfrutar por cierto. En Croacia sobre todo todavía perviven muchos recuerdos de la guerra.

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  3. Consecuencias cuando una parte de un Estado absolutista y dictatorial decide independizarse por tener una identidad propia no reconocida.
    Visca Catalunya lliure

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  4. It is very unpleasant and ugly because this scene is more visible and more visible on television, and it affects children more.
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    thanks

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