El Concorde no fue ni el primer ni el único avión supersónico comercial, si bien es cierto que tan solo existió otro más, el Tupolev Tu-144. Él es quien tiene el dudoso honor de ser el primer avión supersónico de pasajeros de la historia.
Probablemente, si nos preguntasen por el nombre de un avión supersónico de pasajeros, todos pensaríamos en el Concorde. Pues bien, el Concorde no fue ni el primer ni el único avión supersónico comercial, si bien es cierto que tan solo existió otro más, el Tupolev Tu-144. Él es quien tiene el honor (dudoso, como veremos) de ser el primer avión supersónico de pasajeros de la historia.


La construcción con éxito, en la década de los 50, de los primeros aviones de combate supersónicos propició una situación favorable para dar un paso más allá y estudiar las posibilidades de fabricar aviones de pasajeros que volaran más rápido que el sonido. A ambos lados del «telón de acero» se embarcaron en una carrera para aplicar esa nueva tecnología en el campo civil. Los primeros en lanzarse a un proyecto de estas características fueron los fabricantes británicos, British Aircraft Corporation y los franceses Aérospatiale. El famoso Concorde realizaría su primer vuelo en 1969, entrando en servicio en 1976 y volando durante 27 años, hasta su forzosa jubilación en 2003.
Por su parte la URSS había estado trabajando en su propia aeronave con un grado mayor de secretismo y comenzando el proyecto más tarde. Eso no fue obstáculo para que el primer vuelo de un prototipo del Tu-144 se realizase, cerca de Moscú, dos meses antes que el Concorde, el 31 de diciembre de 1968. ¿Cómo habían sido tan rápidos los soviéticos?

Todo comenzó a principios de los años 60. En 1961 Nikita Kruschev se enteró del proyecto anglo-francés para la fabricación de un avión supersónico de pasajeros: el Concorde. La Unión Soviética no quería dejar que occidente se quedase con todo el prestigio y las ventajas que esta nueva tecnología podía ofrecer, así que debía, imperiosamente, ponerse por delante del «proyecto Concorde» costara lo que costara. Así, en 1963 agentes de la KGB fueron instruidos expresamente para robar los planos del Concorde, con especial énfasis en el diseño y los motores. El éxito de su misión no tardó en llegar, a los pocos meses los planos estaban en la Unión Soviética.

Planos del prototipo TU-144 con motores NK-144.

Los trabajos de diseño de un avión supersónico soviético ya habían comenzado a principios de los años 60, pero en 1965 gracias a los planos robados y al trabajo del equipo de Andréi N. Túpolev (en el que se encontraba su hijo Alexei), el proyecto fue presentado oficialmente en forma de maqueta en el salón aeronáutico de Le Bourget (París). El SDECE francés no tardó en reparar en el robo —se parecía demasiado al Concorde para no darse cuenta de que era una copia— pero decidió que sería mejor guardar silencio. Los espías al servicio de la URSS no se habían apoderado de los planos definitivos del aparato —los séptimos— sino de los segundos en los que el avión padecía aún graves fallos de funcionamiento. Era tal el parecido al prototipo del Concorde que el avión fue rápidamente bautizado por los occidentales con el apodo de «Konkordski».

Planta d ensamblaje del Tu-144.

Al fin, en 1968, los soviéticos finalizarían la construcción de su avión supersónico de pasajeros. Después de un trabajo contrarreloj el prototipo estaba listo para volar y rápidamente fue estrenado. El 31 de diciembre de 1968 el Tu-144 realizó su vuelo inaugural, cruzó por primera vez la barrera del sonido el 5 de junio de 1969 y el 15 de julio de 1969 se convirtió en el primer transporte comercial que excedió el Mach 2.

Vuelo inaugural del TU-144 el 31 de diciembre de 1968 escoltado por un caza Mig-21.

A.N.Tupolev y A.A.Tupolev con la tripulación del prototipo de Tu-144 tras el primer vuelo.

Todo parecía fluir de manera inmejorable para el proyecto supersónico soviético pero pronto llegarían los problemas.
En junio de 1973 se realizaba una exhibición en la región parisina de Gusainville en la que estaban presentes el Tu-144 y el Concorde. El tercer día de la muestra fue la ocasión en que los dos únicos aviones supersónicos de pasajeros del mundo se batirían en duelo. El Concorde voló primero y ejecutó una brillante presentación. Después le tocaría el turno al Tu-144. Repentinamente a los 4000 pies de altitud se produjo un violento cambio de dirección en la nariz del avión provocando que empezase a caer. Segundos más tarde, a 1500 pies de altura el avión explotó. Doce personas resultaron muertas en el accidente. El desastre fue grabado desde tierra.


Restos del fatal accidente de Le Bourget, 1973. Imagen.

Los motivos del accidente nunca fueron esclarecidos. El informe oficial dijo que la pérdida del avión se debió a un error del piloto. La versión más extendida dice que los funcionarios franceses presentes en la exhibición, sabiendo que el Tu-144 estaba construido con la base de los segundos planos del Concorde, pidieron al embajador soviético que ordenase al piloto realizar una maniobra imposible para un avión construido con base esos planos. Otras fuentes dicen que un Mirage francés, con la intención de fotografiarlo en el aire, se metió en la trayectoria del Tu-144 y tuvo que hacer una maniobra brusca para evitar la colisión que le llevó atener el accidente. Incluso hay quien dice que fue saboteado desde dentro.

Alexei Andreievich Tupolev, cuyo padre había fallecido el año anterior, tuvo que soportar la avalancha de críticas que cayeron sobre él por el estallido del avión. No respondió con su cabeza porque las autoridades soviéticas sabían de sobra el origen de aquel accidente y no podían achacárselo a él. Hasta el 26 de diciembre de 1975 el «Konkordski» no volvería a realizar un vuelo supersónico y esta vez sería en el interior de la URSS, entre Moscú y Almá-Atá, en Kazajistán.

Rutas previstas por Aeroflot para el Tu-144.

The first class of aircraft TU-144 CCCP-77106
Primera clase del Tu-144 CCCP-77106.

Después de 103 vuelos y de un segundo accidente de un Tu-144 ocurrido en 1978 el «Konkordski» fue retirado de servicio el 1 de Junio de ese año. El avión resultó demasiado caro, no era rentable. Solo 17 llegaron a ser contruidos.

Tu-144 LL «Flying Laboratory» tomando tierra. Más allá de la década de los 80 el Tu-144 se utilizó
para fines de investigación tecnológica y científica en un proyecto conjunto entre Rusia y EEUU.

Concorde F-BVFB und Tupolew Tu-144
Tanto un Concorde como un Tupolev Tu-144 se conservan en el museo de Sinsheim (Alemania).

Aeroflot continuó operando con el Tu-144D después del final del servicio oficial, con algunos vuelos no regulares en los años 80. El último vuelo del que se tiene constancia fue desde Crimea hasta Kiev en 1987.

Más información: Tupolev.
Fuentes: 1, 2, 3
Más: Artículos de la wikipedia (Eng): Tu 144 y Concorde

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