En diciembre de 1994 el crucero ruso «Murmansk» era remolcado desde su puerto de origen en el Océano Glacial Ártico con destino la India donde terminaría sus días desguazado. Al poco de partir, frente a las costas de Finnmark, Noruega, el cable del remolcador que lo llevaba se rompió y el buque, de casi 40 años, encalló, muy cerca de la pequeña localidad de Sørvær. Allí tendría que ser finalmente desguazado casi 20 años después.
AF Gruppen.

En diciembre de 1994 el crucero ruso «Murmansk» era remolcado desde su puerto de origen en el Océano Glacial Ártico con destino la India donde terminaría sus días desguazado. Al poco de partir, frente a las costas de Finnmark, Noruega, el cable del remolcador que lo llevaba se rompió y el buque, de casi 40 años, encalló muy cerca de la pequeña localidad de Sørvær. Seguramente los más viejos del lugar recordéis la historia de este y otros barcos abandonados que asomaron por aquí (por cierto, ese año, 1994, dejó en este blog más de un naufragio famoso).

Desde entonces la estructura oxidada del barco se convirtió en motivo de preocupación para los pescadores del lugar, si bien también era un centro de atracción para curiosos y turistas. Ante las presiones de los pescadores y ecologistas, en agosto de 2008, el gobierno noruego decidió proceder a su retirada. Los trabajos comenzaron en 2009, pero sacarlo de la escarpada costa escandinava presentaría algunos desafíos de ingeniería.

Una primera inspección arrojó que, debido al mal estado de los restos del naufragio, tras casi 20 años de exposición a los elementos, no podría ser, simplemente, puesto a flote. Debido a ello, la empresa contratada para su desmantelamiento, AF Decom, centró sus esfuerzos en otra estrategia: se llevaría los 210 metros de eslora y 13 600 toneladas de peso del «Murmansk», pieza a pieza, desmontándolo desde el exterior. Eso sí, antes deberían desalojar los millones de litros de agua que lo rodeaba.


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Para realizar el trabajo construyó una inmensa pared alrededor del crucero, creando así un enorme dique seco para, de esta manera, acceder a los restos del naufragio desde tierra y desguazarlo directamente donde descansaba.






Una vez que el dique estuvo construido, se comenzó a bombear el agua del interior de la piscina. Tras tres días expulsando agua, a mediados de 2012, el lugar estuvo listo para que la maquinaría pesada comenzarse a desmantelar el barco a dentelladas. Tras hacer un análisis y descartar la presencia de substancias radiactivas, incluído polonio 210, AF Decom comenzó la última fase. A principios de 2013 el «Murmansk» se convirtió en historia.


Fuentes: urbanghostsmedia, nyvcon. Imágenes: kystverket.

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5 comentarios:

  1. Asombroso, realmente. Nunca había visto este sistema para desguazar un barco hundido. En Noruega hay dinero, se nota :-D

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  2. O no se roba tanto como aqui...

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  3. Vamos a ver, esto se hizo así en Bilbao de toda la vida. Poca agua quitaron si me apuras. Y por supuesto con las manos, nada de bombear con máquinas. Es que nos asombra cualquier cosa ya.

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  4. Y yo me pregunto: es menos contaminante dejar hundido un barco que al final no tiene sustancias contaminantes y crear un arrecife o verter al mar todo ese material suelto para crear los diques y luego retirarlo? Porque la turbidez en el mar por toda esa obra marítima también habrá sido importante, digo yo.

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